viernes, 17 de junio de 2011

Prologo

Princess



El eco de sus respiraciones acompasadas inundaba el estrecho pasillo, los dos matones permanecían entretenidos alternando el peso de su cuerpo sobre ambos pies, entre tanto, Hanna cepillaba su dorada melena. La serenidad en su rostro, aquellos ojos profundos y tremendamente azules, sus manos pequeñas y dóciles, esa inocencia de niña, eran solo algunas de las cosas que él adoraba, y no podía encontrar en ninguna otra mujer. Por eso ahora la miraba con deseo esperando el momento de saltarse las reglas una vez más.
-Quien estuviera en su lugar jefe-Por un momento la atmosfera pareció recalentarse, por un momento la cadena de mando pareció reblandecerse, pero solo por un momento. Quizá por eso, Jorge, decidió bromear sobre aquello sin pensar en las consecuencias. En aquel caso, no las hubo. Él seguía hechizado bajo aquella mirada adolescente.
Hanna le observaba interrogante, parecía no entender la situación, no hizo falta, ambos entraron en la habitación y corrieron el pestillo.
Sus brazos la rodearon y sintió como el mundo se detenía por un momento.
Ella terminó jadeando junto a su cuerpo sudoroso, rozando el cielo con la punta de los dedos.
Entonces llamaron a la puerta.
-¿Quien es?-Rugió Él.
Una voz temblorosa respondió algo que no pudo entender.
Se levantó presuroso y se vistió en la oscuridad.
En silencio le dio el último beso y desapareció dejando tras de si la sombra de una duda que la acompañaria eternamente.